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Hans Liebherr hace 100 años

Llevar a la práctica la idea adecuada en el momento oportuno: ese fue uno de los secretos del éxito del fundador de la empresa.

Empresario pionero y visionario

Con su voluntad inquebrantable, Hans Liebherr desarrolló invenciones revolucionarias; con su instinto infalible, ideó productos de gran porvenir. El 1 de abril de 2015 el fundador de la empresa habría cumplido 100 años.

La grúa torre móvil

1949

Después de la Segunda Guerra Mundial, el ingenio y la creatividad están muy solicitados durante la reconstrucción de Alemania. Hans Liebherr detecta rápidamente la gran demanda de herramientas y máquinas en el campo de las obras públicas y la construcción de viviendas. En 1949 desarrolla la grúa torre móvil, fácil de montar in situ y que hace posible una construcción rápida y económica. Esta invención acelera y facilita la reconstrucción de Alemania y sienta las bases del grupo empresarial actual. La TK10 marca el inicio de una continuada historia de éxito.

La fresadora por generación de Liebherr

1951

Hans Liebherr tiene un lema: pensar uno mismo, hacer uno mismo y financiarse uno mismo. A principios de los años cincuenta, las ruedas dentadas (componente principal de los mecanismos de transmisión de las grúas) escasean en Alemania. Con un notable olfato para detectar mercados prometedores, se lanza en 1951 a la fabricación de maquinaria y desarrolla una máquina talladora de dentado y, al mismo tiempo, una nueva área de negocio que produce tanto máquinas como ruedas dentadas.

La primera excavadora hidráulica de Europa

1954

Cuando en 1953 Hans Liebherr alquila una dragalina, le llama la atención la desproporción entre el peso y la potencia. Ocho meses después presenta la L 300, la primera excavadora hidráulica de Europa. Esta causa sensación entre los especialistas y sacude el mundo de la ingeniería. No solo convence por su peso reducido y por la adaptación de la tecnología hidráulica para el uso en una excavadora, sino también por la gran eficacia de su fuerza de excavación. En 1954 comienza la fabricación en serie de esta potente máquina.

Instinto para las tecnologías de gran porvenir

1954

Nace el frigorífico Liebherr

Tras enterarse a través de un contacto personal de que una fábrica de frigoríficos está en venta, Hans Liebherr se da cuenta en seguida del enorme potencial de estos aparatos y de su mercado. Por aquel entonces, solo uno de cada diez hogares alemanes tenía frigorífico; y a medida que la economía crece, la demanda aumenta. Hans Liebherr decide no comprar la empresa y en 1954 empieza a desarrollar su propio frigorífico con la ayuda de expertos. La producción en serie comienza tan solo un año después en la fábrica de Ochsenhausen, en el sur de Alemania.

Más máquinas de construcción e innovaciones

1955

La primera hormigonera de tambor horizontal propia

Coincidiendo con su 39 aniversario, Hans Liebherr inaugura la fábrica V de Liebherr en Bad Schussenried y allana así el camino para el primer producto propio en el campo de las hormigoneras. Con la hormigonera de tambor horizontal se consigue otro gran éxito de ventas. El programa de productos de Liebherr pasa a incluir máquinas móviles y estacionarias para la fabricación de hormigón.

La unión giratoria sobre bolas releva al rodamiento de bolas con cuatro puntos de contacto en alambre

Las grúas se hacen cada vez más grandes y pesadas, por lo que la función de conexión entre la plataforma giratoria y el chasis pasa a ser asumida a partir de 1955 por la unión giratoria sobre bolas. Los diseñadores de Liebherr consiguen así perfeccionar el rodamiento de bolas con cuatro puntos de contacto en alambre, innovación que marca tendencia. Ese mismo año, Hans Liebherr también empieza a producir sus propios motores eléctricos en Biberach.

La primera grúa hidráulica del mundo

1959

En el año 1959, Hans Liebherr presenta la AK40, primera grúa hidráulica del mundo. Esta combina el chasis superior modificado de una excavadora y un bastidor de excavadora sobre neumáticos y es la antecesora de uno de los programas de grúas móviles más potentes del mundo.

«He dedicado mucho tiempo a cubrir los puestos más importantes con buenos empleados, pero también he tenido mucha suerte en este empeño. No en vano, ellos son la esencia del éxito».

Hans Liebherr, 1985

Liebherr entra en el sector aeronáutico

1960-63

Cuando la fabricación de aviones empieza a convertirse en un negocio lucrativo a finales de los años cincuenta, Hans Liebherr se adentra en el campo de la tecnología aeronáutica. Identifica rápidamente el potencial de mercado y en 1960 funda la empresa Liebherr-Aero-Technik GmbH en Lindenberg, Algovia (Alemania), con el objetivo de desarrollar y fabricar sus propios prototipos. La empresa pasa de ser una licenciataria a convertirse en productora de sus propios componentes y sistemas, de fabricante de aparatos a proveedor de sistemas.

Tecnologías marítimas

Desde 1958

En Biberach se desarrolla en 1958 la primera grúa sobre barco. Tras trasladar la fábrica a Ehingen, el catálogo se amplía con grúas para plataformas de sondeo (1974), grúas pórtico para la carga de contenedores (1976) y grúas móviles para puertos (1977).

Primicia mundial: la grúa móvil todoterreno

1977

Liebherr presenta en 1977 la primera grúa móvil todoterreno del mundo: la LTM 1025. Esta grúa nueva, con una pluma telescópica de 24m de longitud y 25 toneladas de capacidad de carga, se puede usar tanto en carretera como en terrenos de todo tipo con una perfección antes desconocida. Estas prestaciones pioneras son reconocidas por todo el sector e impulsan un gran crecimiento de la facturación y las exportaciones durante los años siguientes.

Innovación: la grúa sobre cadenas/dragalina de Liebherr

1980

La planta de Nenzing (Austria) fabrica la primera dragalina del mundo con accionamiento hidráulico y control electrónico. El primer equipo de este tipo se vende en 1980.

«La vida me ha reforzado en la convicción de que con firme voluntad, trabajando bien y haciendo realidad los distintos deseos de los clientes se pueden alcanzar objetivos que al principio parecen casi inimaginables. Los contratiempos no deben desanimarnos; la confianza puede mover montañas».

Hans Liebherr, 1993