Grúas móviles y sobre cadenas

Made with Liebherr

Son levantadoras de pesas, constructoras de puentes, facilitadoras, salvadoras y a veces creadoras de arte. Sustituyen lo viejo por lo nuevo y sin ellas la revolución energética no sería posible. Las grúas Liebherr llevan al hombro lo cotidiano y lo extraordinario.

En el hielo eterno

La estación polar de investigación GARS OʼHiggins, en la Antártida, necesita una renovación. Esto no supone ningún problema para una LTM 1040-2.1 de la empresa Schmidbauer, a pesar del complejo viaje y de las condiciones meteorológicas extremas. La grúa emprendió su viaje a la Antártida poco después de las Navidades de 2017, desmontada en piezas individuales.

El viaje al hielo eterno

14.400 kilómetros, 53 días y cuatro barcos diferentes: la proeza logística de llevar una grúa móvil hasta su destino en el continente más meridional del mundo.

21 de diciembre de 2017. Tres días antes de Navidad, la empresa Schmidbauer recibe el visto bueno del Centro Aeroespacial Alemán (DLR). Podrá transportar una grúa móvil Liebherr LTM 1040-2.1 a la Antártida para la conversión de una estación de investigación polar. Como las opciones logísticas en la Antártida son extremadamente limitadas, la grúa tuvo que ser enviada justo dos semanas después. De lo contrario, debido a las condiciones meteorológicas, se habría producido un retraso de un año entero. No obstante, esto no supuso ningún problema para los encargados de la tarea.

Aunque existía otro desafío: la estricta normativa medioambiental para proteger a los pingüinos, los barcos no pueden navegar directamente hasta la estación de investigación, por lo que tienen que transportar su carga en pontones a unos dos kilómetros de la costa. Sin embargo, estos flotadores planos tan solo pueden soportar cargas de hasta ocho toneladas. En unas dos semanas, Schmidbauer no solo tuvo que organizar el complicado transporte a la Antártida, sino que también hubo que desmontar la grúa en piezas individuales y planificar el montaje en su ubicación definitiva. La LTM 1040-2.1 ha superado con éxito los desafíos en condiciones adversas y permanecerá en su nuevo y gélido hogar. La grúa seguirá trabajando en esta estación de investigación.

Llegar a lo más alto

El VfB Stuttgart sorprendió a todos finalizando en segundo lugar el campeonato de la Bundesliga 2023/24. Menos sorprendente fue el rendimiento de una LTM 1300-6.3 durante los trabajos de remodelación del estadio Mercedes-Benz Arena, hogar de este equipo de la región de Suabia, pues con su pluma récord de 90 metros hace posible cosas que antes parecían mera fantasía.

Una ampliación con desafíos

Los estragos del tiempo no solo carcomen las estaciones de investigación en la Antártida: las exigencias de un estadio también cambian constantemente. A lo largo de los años, el Mercedes-Benz Arena de Stuttgart no solo ha cambiado varias veces de nombre, sino también de aspecto. Desde 2024, se llama MHPArena y ahora brilla con nuevo esplendor.

Este estadio se construyó hace unos 90 años en el distrito de Bad Cannstatt, en Stuttgart. Los trabajos de actualización en vísperas de la Eurocopa de fútbol han dotado al recinto con una capacidad para más de 60.000 espectadores. Durante la última remodelación, hace unos 15 años, el templo deportivo original se convirtió en un estadio puramente futbolístico, deshaciéndose de las pistas de atletismo y otras instalaciones deportivas. La tribuna principal se ha modernizado y se han creado nuevas cabinas, un centro de prensa y nuevas zonas de negocios. Justo en el centro: una flamante LTM 1300-6.3 de la empresa de grúas Gräser Eschbach GmbH. El plazo de construcción era limitado, ya que el VfB Stuttgart debía disputar los exigentes partidos en la máxima categoría de la Bundesliga. Además, la anchura y altura de las entradas al estadio obstaculizaba el acceso. Y como las obras debían realizarse bajo el techo de la tribuna existente, la altura máxima telescópica era de 28 metros. Y aquí radica el principal desafío: las gradas de hormigón de la nueva tribuna principal, de hasta 16 toneladas de peso, tuvieron que izarse hasta justo debajo del tejado. Pero eso no supuso ningún problema para la nueva grúa de 300 toneladas de la empresa de alquiler de maquinaria del sur de Alemania. Con 88 toneladas de contrapeso y una base de apoyo completa, el trabajo de elevación de la tribuna se completó según lo previsto en apenas cuatro semanas.

Puro éxtasis en Bilbao

Tras más de 40 años de espera, el Athletic de Bilbao ganó la Copa del Rey en 2024. Mientras muchos otros clubes celebran sus éxitos en los balcones de las plazas o desfilando en autobuses, el Athletic Club celebra sus victorias navegando por la ría de Bilbao. En esta ocasión, una LTM 1750-9.1 fue encargada de llevar al río Nervión la tradicional Gabarra. Por eso, nos complace felicitar a los campeones: ¡Zorionak!

Vuelta al éxito tras 41 años de espera

Ganar la Copa del Rey ha sido un acontecimiento de gran importancia para Bilbao y los habitantes de esta ciudad del norte de España. Para Grúas Ibarrondo, por su parte, también ha sido un orgullo haber transportado la Gabarra del Athletic Club de Bilbao desde el Museo Marítimo hasta la Ría de Bilbao, donde celebró su victoria ante decenas de miles de aficionados.

Poco antes del desfile, la grúa móvil Liebherr LTM 1750-9.1 de Grúas Ibarrondo realizó su gran tarea. El principal reto durante el trabajo de elevación fue poder colocar la grúa ocupando el menor espacio posible e izar de forma segura la barcaza, de unos 60 años de antigüedad. Dicho y hecho, nada se interpuso en el transporte desde el dique seco del museo hasta la desembocadura del Nervión.

Y así, entre los vítores que llegaban desde las orillas y los puentes, unas 60 personas – entre jugadores, personal técnico y directivos- navegaron por el Nervión a través de Bilbao. La barcaza, de 58 toneladas y 18,5 metros de largo, también se utilizó en 1983, cuando este equipo del País Vasco ganó el campeonato de liga. Y la razón para ello fue que la plaza situada frente al Ayuntamiento de Bilbao se consideró entonces demasiado pequeña para las celebraciones de la época.

Renovación del puente ante un paisaje espectacular

Las cataratas de Montmorency se encuentran a unos 15 kilómetros al noreste de Quebec, en la costa este de Canadá. Decenas de miles de litros de agua caen aquí por segundo los 83 metros desde el río Montmorency al río de San Lorenzo para luego desembocar con algo más de calma en el Atlántico. Directamente después de la cascada, fluyen bajo un puente, que fue el escenario de otro magnífico espectáculo en abril de 2013. Se utilizó una LTM 11200-9.1 para renovar el puente sobre la desembocadura del Montmorency en el río San Lorenzo. El antiguo puente había envejecido claramente – un trabajo de infraestructura hecho a la medida para la grúa todo terreno más grande de la gama de Liebherr. La empresa canadiense de alquiler de grúas Guay, con sede en Quebec, recibió el encargo de desmontar las antiguas vigas de hormigón armado e instalar las nuevas. Los componentes individuales pesaban hasta 88 toneladas y algunos medían unos 55 metros de largo.

Curioso lugar de descanso

Un portaaviones y un avión: ¡todo encaja! ¿Un portaaviones fuera de servicio que sirve de museo en Nueva York junto con uno de los últimos modelos del famoso Concorde? Hay pocas cosas más atípicas. Y cuando dos grúas móviles Liebherr elevan el Concorde hasta su último lugar de descanso, merece la pena verlo!

Trabajo de grúa histórico

El Concorde es probablemente uno de los aviones más famosos de la historia de la aviación. Solo se construyeron 20 modelos de este tipo de avion, incluidos los prototipos. Utilizado principalmente por las compañías Air France y British Airways durante casi 30 años, el avión supersónico era capaz de completar la ruta de París a Nueva York en 3-3,5 horas, es decir, en aproximadamente la mitad del tiempo de vuelo habitual hoy en día. La velocidad máxima: 2405 km / h o Mach 2,23. La altitud de vuelo alcanzaba hasta 18 000 metros. Pero los récords llegaron a un abrupto final cuando un Concorde se estrelló poco después de despegar en el aeropuerto Charles de Gaulle de París en julio del año 2000. Se le retiró la licencia de vuelo y, aunque se volvió a conceder aproximadamente un año después, el Concorde nunca llegó a volar de nuevo. El último vuelo del Concorde tuvo lugar en noviembre de 2003.

Uno de los dos modelos que aún se encuentran en Estados Unidos se colocó junto al portaaviones USS Intrepid, en pleno corazón de la metrópolis de Nueva York, y todavía puede contemplarse allí. El USS Intrepid alberga toda una colección de aviones y helicópteros militares retirados del servicio, así como un transbordador espacial y muchos otros emocionantes hitos tecnológicos. Dos grúas Liebherr elevaron el avión récord hasta su posición de reposo con Manhattan como espectacular paisaje de fondo. Una LTM 1500-8.1 y una LTM 1250-1, al servicio de Bay Crane, con sede en Nueva York, elevaron conjuntamente el Concorde desde el carguero hasta su posición final en el muro del muelle

El primer tiro del balón

El globo terráqueo de fútbol comenzó su recorrido por las doce sedes de la Copa Mundial de la FIFA 2006 el 12 de septiembre de 2003 en Berlín, frente a la Puerta de Brandemburgo, y terminó en ese mismo punto el 9 de julio de 2006, tras el final. Italia derrotó a Francia 5:3 en la tanda de penaltis. El sueño alemán terminó para la selección alemana de fútbol con el tercer puesto.

En mayo de 2006, una LTM 1200-5.1 de Poppe & Wittrock montó la obra de arte redonda en la Pariser Platz, primero la estructura de acero y después las cubiertas individuales del balón. La grúa móvil de 200 toneladas tuvo que colocar hasta cinco toneladas con precisión centimétrica. En la oscuridad, los contornos de los continentes de este globo se iluminaban en la parte exterior del balón gigante. En el interior se celebraron eventos con temática futbolística.

Globo terráqueo de la Copa del Mundo de Fútbol 2006

Como parte del programa cultural de la Copa del Mundo de Fútbol en Alemania en 2006, el objeto artístico estuvo expuesto en las doce sedes desde septiembre de 2003 hasta el comienzo del Mundial en junio de 2006. El globo terráqueo de fútbol lo creó el artista André Heller y se montó con una grúa móvil Liebherr, por supuesto.