Así es como podría describirse brevemente el material filmado por la empresa de alquiler de grúas BKL Baukran Logistik GmbH de Fráncfort del Meno. El jurado del Premio Alemán de Cine de Negocios, que eligió la nueva película de BKL para el podio de ganadores, también opinó lo mismo.

Nuestras grúas se utilizan a menudo en producciones cinematográficas. Desde «Die Hard», con Bruce Willis, hasta la serie policíaca Tatort de la televisión alemana. A veces como actor secundario, a veces como auxiliar. Como actor principal, en cambio, su uso es más bien escaso. BKL quería cambiar eso con una nueva película promocional. El objetivo era presentar una nueva película de la empresa en la Bauma. «La idea no era crear el típico retrato de empresa. Queríamos atraer a un gran público con un argumento sorprendente e imágenes espectaculares en calidad cinematográfica», explica Veronika Leger, responsable de marketing de BKL.

Por supuesto, en la película se mostraría lo más destacado de la flota BKL. Moderna, impresionante. Grúas grandes con tecnología punta. Para ello, se instalaron dos LTM 1450-8.1, equipadas con una altura de gancho de unos 65 metros, así como una grúa de construcción móvil MK 140 con una inclinación de 45 grados como grúa de iluminación y seguridad. Para los conductores, lo principal fue invertir la máxima seguridad, una concentración extrema y mucho tacto, como en toda operación de grúa. Pero también mucha paciencia, porque en el set de filmación eran necesarias varias tomas desde distintas perspectivas. Y aquí los conductores, las grúas y el equipo de rodaje rindieron al máximo, por no hablar del especialista. Porque las condiciones de luz eran importantes: ventanas de tiempo cortas antes del amanecer. «De semana en semana teníamos que decidir de nuevo si rodábamos o no. Todos los participantes debían estar muy nerviosos, porque además del viento, el tiempo también tenía que ser perfecto para esta misión. Al mismo tiempo, se necesitaban las grúas para los pedidos. Esto también complicó las cosas en cuanto a la disposición de las grúas», informa Leger. Técnicamente, resultó relativamente sencillo. El primer ensayo salió bien. El equipo de especialistas supo colocar perfectamente sus dispositivos de seguridad, los travesaños para que el sonámbulo pudiera caminar sin obstáculos demostraron su valía. Y las vigas de acero de las grúas resultaron lo suficientemente anchas y no hubo sustos al pasar sobre ellas. Todo el mundo quedó satisfecho. Pero el ensayo y la grabación son cosas diferentes: debido al cierre por tiempo limitado de la carretera, todas las tomas tuvieron que concentrarse desde el sábado al mediodía hasta el domingo por la noche. Para el especialista, además de la altura, el frío glacial en la oscuridad sobre vigas de acero fue todo un reto, sobre todo porque en su papel de sonámbulo no se notaba ningún temblor y solo se le permitía mirar al frente.