Los trabajos de dragado son necesarios cuando se producen depósitos de sedimentos que reducen la profundidad del agua, dificultando la navegación. Otra posible aplicación es la extracción de arena del lecho marino para la recuperación de terreno.
Aquí, las dragalinas emplean fuerzas muy dinámicas, que los aparatos tienen que soportar. Gracias a su robusta estructura, son ideales para este tipo de trabajos de manipulación.