El uso en desiertos requiere el máximo rendimiento de las máquinas. La sequía, el calor y el polvo forman la peor combinación imaginable. No obstante, las pilotadoras de rotación Liebherr se utilizan día y noche para ganar tierra en el desierto y hacerlo edificable.

Los Alpes no son menos exigentes. La nieve y el hielo dificultan constantemente el trabajo de las máquinas. Y también cuando se trabaja en ríos para la prevención de inundaciones, el terreno intransitable hacen más complicado el trabajo. Precisamente en estos casos las pilotadoras de rotación de Liebherr demuestran su fortaleza.

Cualquier proyecto de infraestructura que conecte aldeas remotas plantea dificultades extremas para el hombre y la máquina. En estas condiciones extremas, las pilotadoras de rotación compactas de Liebherr se sienten como en casa.