Alcanzando las estrellas: una LTM 1060/2 de GRÚAS BOVIER SRL levanta meteoritos en Argentina

“Para ser sinceros, nunca habíamos pensado que un día nos encargarían levantar dos cuerpos celestes”, dice Justo Bovier, de GRÚAS BOVIER SRL, todavía asombrado. En junio, el responsable y su equipo desplegaron en Paraná una LTM 1060/2 construida en 2006. La tarea encomendada era la elevación de dos fragmentos de meteorito del Museo de Ciencias Naturales y Antropológicas Antonio Serrano. “Después de nuestro trabajo con la grúa, fueron llevados al lugar donde fueron encontrados, en la provincia argentina de Chaco, al norte del país, a 1.000 kilómetros de nuestra ciudad”.

Los dos cuerpos celestes pesaban más de dos toneladas en total: uno pesaba 1.600 kilogramos y el otro 600 kilogramos. Para elevarlas, la máquina de quatro ejes se equipó con doce toneladas de lastre y la pluma de la grúa se extendió hasta 29 metros. A pesar de tratarse de una configuración habitual, seguía siendo necesaria una amplia planificación previa: como parte del patrimonio cultural e histórico de la provincia de Entre Ríos, el museo es un edificio protegido. Las instalaciones, incluyendo el pavimento y el patio interior, debían permanecer intactos para el levantamiento de los meteoritos: “Así que nuestra LTM 1060/2 levantó los fragmentos del patio interior por encima de los tejados sin tener que atravesar las salas del museo”, informa Bovier. Los trabajos, que incluyeron medidas de seguridad y el cierre de las vías aledañas, duraron más de dos horas.

Misión apasionante, historia apasionante

GRÚAS BOVIER recibió el especial encargo de las autoridades del gobierno de la provincia del Chaco. Y la prehistoria de los meteoritos no es menos apasionante que la misión de GRÚAS BOVIER: hace unos 4.000 años, unas piedras de varias toneladas de peso cayeron a tierra y aterrizaron en el llamado “Campo del Cielo”. Esta zona de la provincia del Chaco, de poético nombre, atrajo la atención de científicos y muchos turistas. Y, desgraciadamente, también el interés de los contrabandistas. Ambos meteoritos fueron robados para comerciar con ellos ilegalmente. Los contrabandistas recorrieron unos 1.100 kilómetros con las rocas, pero nunca consiguieron sacarlas del país. El 23 de febrero de 2007, los meteoritos fueron descubiertos durante un control de tráfico de la Gendarmería Nacional Argentina en la zona de Ceibas, provincia de Entre Ríos, posteriormente secuestrados y puestos al cuidado del Museo de Ciencias Naturales y Antropológicas “Profesor Antonio Serrano” en Paraná, capital de la provincia de Entre Ríos. Pero bien está lo que bien acaba, y los dos cuerpos celestes vuelven hoy por fin al lugar de su hallazgo.