Mi segunda patria
Rodolfo García | Soldador
Rodolfo García emigró por falta de oportunidades profesionales en Cuba
Hace más de 20 años Rodolfo García dejó su país natal, Cuba, para descubrir nuevas oportunidades profesionales en el grupo empresarial Liebherr. Además de los fascinantes productos, Rodolfo García aprecia sobre todo la solidaridad en su trabajo diario. Sus compañeros ayudaron al soldador a integrarse en un entorno completamente nuevo. Y el cubano todavía puede contar con la experiencia y el apoyo de sus compañeras y compañeros hoy en día.
En Liebherr no sólo encontré compañeros de confianza, sino también amigos de verdad.
«Por aquella época vine a Europa desde Cuba. En mi país natal, no tenía las oportunidades profesionales que se me ofrecían aquí.» Por eso empaqué mis cosas y emigré. Y desde entonces ya llevo más de 20 años en Liebherr: ¡qué rápido pasa el tiempo! Mirando hacia atrás, puedo decir que han cambiado muchas cosas desde que empecé aquí: Liebherr se ha hecho más grande y ha fabricado muchos productos nuevos e interesantes.
Pero hay cosas que nunca van a cambiar. Me refiero sobre todo a la amabilidad y solidaridad de los compañeros con los que trabajo desde hace años. Algunos compañeros llevan aquí más de 45 años. A su lado yo soy casi un novato. Cuando necesito ayuda, mi jefe o mis compañeros vienen directamente a mí y me ayudan. Nunca me he sentido solo en mi trabajo. Y después de la jornada laboral muchas veces salimos juntos. Esto me ha facilitado mucho la aclimatación a Europa. Hay una persona con la que me he encariñado especialmente: mi mejor amigo Norbert, con quien trabajo desde hace muchos años. Cuba siempre será mi país de origen, pero aquí he encontrado mi segunda patria, donde me siento igual de cómodo y seguro que en casa».