Los bomberos profesionales de Kiel se pusieron en marcha. En esta ciudad alemana del Báltico se puso en circulación por primera vez en 1974 una grúa contra incendios construida por Liebherr. Hemos enviado nuestras potentes grúas para bomberos en Viena y París, Budapest, Barcelona o Atenas. Por nombrar solo algunas de las ciudades más grandes. Desde entonces, hemos enviado un total de 113 de estos vehículos especiales a cuerpos de bomberos en toda Europa. Somos más que nunca un contacto muy competente cuando un cuerpo de bomberos profesional decide adquirir su propia grúa móvil.

La gran ciudad de Heilbronn, situada en el sur de Alemania, al igual que nuestro sitio de producción en Ehingen, decidió hace cuatro años adquirir una nueva grúa móvil para su gran estación de bomberos. La antigua grúa, una Liebherr LTM 1050-4, estaba lista para retirarse después de treinta años de servicio. Tras una licitación pública a nivel europeo, Liebherr ganó el contrato de fabricación del vehículo especial. «Nuestra nueva LTM 1070-4.2 significa verdaderamente un salto cualitativo en comparación con el modelo anterior», comenta Markus Widmann sobre la moderna grúa móvil equipada con muchas extras. Widmann es el jefe del departamento técnico de los servicios de emergencia de Heilbronn y, por tanto, participó directamente en el proceso de adquisición del nuevo vehículo. Él y sus compañeros tuvieron la amabilidad de permitirnos participar en algunos ejercicios que hacían con nuestra grúa de bomberos en la zona de operaciones de Heilbronn y ver cómo actuaban los profesionales.

Markus Widmann: «Esto nos permite obtener imágenes aéreas en caso de grandes incendios, que nos ayudan a evaluar la situación y a combatir los daños. Que yo sepa, nunca se había instalado un sistema de cámaras de este tipo en una grúa de extinción de incendios. En Liebherr, hubo que diseñar y fabricar un soporte especial para este fin. Fue un gran trabajo en equipo».

Otro aspecto destacado de la grúa de Heilbronn es el llamado monitor de extinción. Sin embargo, este cañón de agua por control remoto, que puede utilizarse para apoyar eficazmente las operaciones de extinción de incendios desde una gran altura, solo se concede a unas pocas grúas de bomberos. Por regla general, las condiciones de la zona de uso son decisivas para ello. «Tenemos muchas empresas industriales aquí y también algunas empresas químicas», es como describe la situación del lugar el bombero y maquinista de grúas Steffen Haas. «La pluma telescópica de 50 metros de la grúa nos permite alcanzar una gran altura y, por tanto, un enorme alcance de lanzamiento. Y eso con una salida de agua considerable». Un camión de bomberos puede bombear a través del dispositivo unos 4000 litros de agua por minuto y descargarla con un patrón de pulverización variable.

Los conductores de grúas se llaman «maquinistas»

A diferencia del uso de una escalera giratoria, no hay peligro para el personal de operación por el humo y los posibles gases tóxicos, ya que el monitor de extinción también puede operarse por radio desde una distancia segura. «Esta gran capacidad de litros y el control remoto del cañón de agua suponen una gran ventaja para nosotros».

La instalación del sistema completo de extinción durante un ejercicio o en una emergencia es bastante rápida. El personal de emergencia tarda unos diez minutos en hacerlo. Todo lo que hay que hacer es fijar la punta plegable al cabezal del rodillo y luego montar el cañón de agua en él. Hasta tres mangueras, llamadas «cañones» en la jerga técnica, se guían hacia arriba con la ayuda de lazos a lo largo del mástil de la grúa durante el telescopaje. Para que todo funcione rápidamente y sin problemas durante una operación, la formación de los maquinistas, como se llama a los operadores de grúa en los cuerpos de bomberos en Alemania, goza de gran prioridad. «Practicamos semanalmente con la grúa. Además, llevamos a cabo ejercicios conjuntos con otros cuerpos de bomberos que también tienen una grúa de bomberos e intercambiamos experiencias», dice Steffen Haas, que también es responsable de la formación. Alrededor de una cuarta parte del cuerpo profesional de bomberos de Heilbronn, compuesto por un buen centenar de hombres, está formado como maquinista de grúas y es capaz de manejar el nuevo vehículo y sus funciones.

Cuando la nueva grúa de bomberos LTM 1070-4.2 parte en su misión con luces azules parpadeantes y una sirena estridente, siempre le sigue otro vehículo que lleva un contenedor completamente cargado a cuestas. Este contenedor rodante se coloca siempre cerca de la grúa y en él se guardan las herramientas, el equipo de extinción de incendios y el equipo especial para todas las áreas de operación. Se lleva todo, desde mangueras y eslingas hasta una gran cesta para diez personas para rescatar a los heridos. Incluso hay una unidad de emergencia alimentada por diésel en caso de que la electrónica de la grúa falle. «En los cuatro años transcurridos desde su adquisición, ya hemos efectuado algunas operaciones con nuestra nueva grúa», informa Steffen Haas. «Siempre respondemos de forma profiláctica a los accidentes en los que están implicados los camiones». Pero la biografía de la todavía joven grúa del cuerpo de bomberos también incluye el rescate de personas con una cesta, el rescate de vehículos de masas de agua y el uso de la cámara especial en un gran incendio en el casco antiguo.

«La nueva LTM 1070-4.2 nos ofrece importantes ventajas con respecto al modelo anterior, que, por cierto, siempre fue muy fiable», nos dice el experto bombero. «Especialmente gracias a VarioBase®, el programa para el soporte flexible de las grúas, ahora tenemos una gran reserva de seguridad y podemos ajustar los soportes de forma individual y rápida. Una gran innovación, porque el diseño urbano estrecho, los vehículos aparcados... los obstáculos en general están siempre ahí».